MUJERES DEL CAMPO

De gran importancia la regulación y armonización de los insumos estratégicos en la producción de alimentos

 

*Los retos que enfrenta el sector son muchos, entre ellos adoptar las buenas prácticas y evitar el consumir productos no autorizados señala Gloria Meléndez, directora general de Provivi y Vicepresidente de Insumos Estratégicos en el CAJ

 

La producción de alimentos está tomando, cada vez más, la seriedad necesaria para ir en concordancia con el medio ambiente y el cuidado de la salud de las personas que llegan a consumirlos. La actividad representa el tomar retos que poco a poco van permeando en la mente del productor y que deben llegar a generalizarse a través de la capacitación y acompañamiento para con los agricultores y sus empleados.

 

Pero en la producción de alimentos, se debe tener muy claro la importancia que representan los insumos, porque es muy fácil, desde el desconocimiento y la información, hablar de cosas que, si son malas o no, aunque en realidad son parte estratégica en la nutrición de la planta para cuidarlas y protegerlas de las enfermedades, de las malezas y ser amigables con el medio ambiente, lo que resulta en un producto sustentable, inocuo y de alta calidad.

 

Así se expresa Gloria Meléndez, directora general de PROVIVI Feromonas de México, y también, Vicepresidenta de Insumos Estratégicos en el Consejo Agropecuario y Agroindustrial de Jalisco CAJ, quien ha tenido contacto muy de cerca con el sector agroalimentario, a través de los insumos agrícolas, sobre todo, en la rama de protección a los cultivos.

 

Regulaciones. – Explica Meléndez, que la regulación de los insumos que se utilizan en la producción de alimentos es de gran importancia, porque ayudaría a armonizarlos con las necesidades que la población demanda, pues se espera que en algunos años más, se llegue a 10 mil millones de personas que se deben alimentar y esta tarea «sólo se puede hacer de la mano con el agricultor, con la ciencia, con innovación y con tecnología».

 

Y esta importancia estriba en que para llegar a sacar una molécula al mercado y pueda ser utilizada por el agricultor, pasan, en promedio, once años y la investigación y desarrollo pueden elevar su costa hasta a más de 286 millones de dólares, para tener tecnología en el campo para proteger a los cultivos de plagas, enfermedades y malezas, además de más de 120 estudios sobre una molécula en particular, abunda.

 

Reconoce que México está inscrito en estos roles a nivel mundial y que la industria de protección de cultivos en el país es una de las más reguladas en el ámbito internacional ya que deben llevar autorización de la Secretaría de Salubridad, de la SEMARNAT y de la SADER (dependencias del gobierno federal).

 

«Para que un producto de estos, salga al mercado tiene que tener un registro sanitario, pasa por una evaluación de las autoridades para que ese producto, tengamos todos la certeza de que, si es usado de la manera correcta, es seguro, es eficaz para atender la plaga, la enfermedad o la maleza, y, además, es seguro para la persona que lo está usando y para el medio ambiente», expresa.

 

Los riesgos. – La vicepresidenta del CAJ considera que, aunque el agricultor no está totalmente empapado en temas como medio ambiente, sostenibilidad, sustentabilidad o buenas prácticas agrícolas, el trabajo que se ha venido dando a través de las diversas dependencias y organizaciones, ha venido fructificando, de a poco, pero se tiene ya un buen avance.

 

Le da un reconocimiento pleno al Servicio Nacional de Calidad e Inocuidad Agroalimentaria SENASICA por los trabajos que ha llevado a cabo y que han permitido posicionar a México en un importante lugar en cuanto al cumplido de normas para poder penetrar mercados de otras regiones del mundo. Además, las Juntas Locales de Sanidad Vegetal, donde se involucran a todos los actores, tienen un gran efecto en la transformación del productor y en beneficio del entorno ambiental.

 

«El mantener capacitados a los aplicadores en buenas prácticas agrícolas, en el buen uso y manejo de los agroquímicos, en que usen su equipo de protección personal, en que tengan bien calibrados los equipos de aplicación, el que usen los productos de la manera correcta (con las dosis recomendadas en las etiquetas, etc.), eso es muy importante porque es la manera que tenemos de proteger la salud de las personas que están en el campo y sobre todo en el medio ambiente», señala.

 

Agrega que toda la industria de investigación y desarrollo, está migrando a considerar a la naturaleza, de ahí que la mayoría de los productos de última tecnología que están o en proceso de registro o en el mercado, «son de perfiles mucho más limpios, mucho más específicos. Hoy usas dosis muy pequeñas porque son mucho más eficaces. Ya no son de amplio espectro como hace muchos años».

Las amenazas. – Uno de las problemáticas a que se enfrenta el agricultor, es a la toma de decisiones que debe hacer y en el que, en muchos casos, dicha decisión casi siempre se orienta por lo más económicos. Incluso, en muchos de los casos, no se fijan en si portan las autorizaciones gubernamentales necesarias para circular en el mercado.

 

Al respecto, Gloria Meléndez señala que también en los insumos de protección a los cultivos también hay comercio ilegal, y señala:

 

  1. Productos sin registro. Que pegan fuertemente no sólo a la industria de agroquímicos, sino de la producción de alimentos, pues no cumplen con la ley, ya que para que puedan ser comercializados, deben tener un registro sanitario de la COFEPRIS. Además, representan un riesgo para la salud humana. Considera que hay más de 280 productos para enfermedades, malezas, insectos que les permiten a los agricultores hacer un uso correcto.
  2. Falsificación. El producto que tiene una etiqueta, pero lo que contiene no es lo que se indica en la misma.
  3. Piratería. Cuando un producto está rebajado o le pusieron alguna otra sustancia y no es lo que especifica en la etiqueta (pueden ser productos robados, de contrabando, etc.).
  4. Delitos combinados. Productos que son robados y son contrabando; productos falsificados, pero también sin registro.

Al respecto, insiste en que el productor analice la etiqueta que llevan y que se cercioren que son productos con los registros adecuados, pues en el mercado circula alrededor del 20 por ciento de productos ilegales.

Al respecto, comenta que ahora, la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor PROFECO se está involucrando, como defensor del consumidor, en el caso de los agricultores, lo cual es muy bueno e importante pues los productores, sin ese apoyo, no pueden avanzar adecuadamente.

 

 Redacción: AGRO21 Comunicación Rural 

 

PARA SABER: Gloria Meléndez Trabaja en PROVIVI, fundada en el 2013 y quien cuenta entre sus filas a la quinta mujer ganadora del Premio Nóbel de Química (2018); esta empresa desarrolla productos muy enfocados a la protección de cultivos y está muy enfocada a la sostenibilidad, medio ambiente, inocuidad, responsabilidad social, pues sus productos son «inspirados en la naturaleza».