AGRICULTORES

El sector agrícola debe convertirse en ejemplo de sustentabilidad 

Olmo Bastida Cañada

Especialista en exportaciones en ProducePay Inc.

Por definición la agricultura es una actividad cero sustentable: se cambia el uso de suelo, se genera presión de selección sobre ciertas especies, se eliminan las plantas que consideramos malas hierbas, se introducen variedades que no pertenecen a los ecosistemas, etc., pero esto solo a nivel local.

La agricultura también requiere de insumos tales como fertilizantes y plaguicidas, muchos de los cuales cruzan medio mundo para llegar hasta las parcelas, por lo que su huella de contaminación es enorme, aunque no sabemos con certeza su magnitud, dado que son datos que apenas comienzan a ser medidos; además, también hay que considerar que muchos de los productos agrícolas también recorren grandes distancias para llegar a su mercado destino, lo que agrega más huella de carbono.

Entendiendo esto es difícil entender el concepto de agricultura regenerativa, más aún si consideramos que para que un suelo agrícola que está sobreexplotado se regenere lo que necesita es que se deje de utilizar para la agricultura, se le regresé su flora natural para que la fauna natural también regrese, y darle tiempo, mucho tiempo para que la madre naturaleza haga lo suyo, algo que por supuesto no resulta viable porque se perdería la superficie que algún agricultor tiene disponible para generar su sustento.

Ahora bien, dejar claro esto no significa que se deba dejar de hacer agricultura, por la simple razón de que la producción de alimentos es fundamental para vivir, pero sí implica entender que tenemos un reto enorme frente a nosotros: ¿cómo producir alimentos sin llevar a los recursos naturales hasta el punto de la sobreexplotación?, porque sí, tenemos que comer, pero muchos de los recursos para hacer agricultura son finitos, y también hay que recordar que solo tenemos un planeta en el cual podemos vivir, por lo que encontrar el equilibrio es cada vez más prioritario.

No por nada el impulso que ha tenido la sustentabilidad en años recientes, un requisito que se suma a la calidad, la inocuidad y la trazabilidad que cada vez más exigen los consumidores, aunque de todos ellos la sustentabilidad es el mayor reto de todos, porque como ya he dicho, hacer agricultura es todo lo contrario a ser sustentable, pero eso no implica que no se pueda hacer algo.

Sin embargo, actualmente no tenemos datos sobre cuánto contamina realmente el producir alimentos, información más que necesaria para definir las acciones que debemos implementar para equilibrar los efectos. Eso sí, estoy seguro que los efectos negativos al ambiente son de gran magnitud, por lo que las acciones a realizar deben ser en el mismo sentido.

Reitero, no es algo para espantarse, pero tampoco es algo para echar en saco roto. Ya estamos sintiendo el cambio climático: temperaturas altas y bajas más extremas, lluvias erráticas, etc., pero es solo el inicio, si seguimos sin cuidar el medioambiente vendrán cosas peores, y creo que en el sector agrícola hay que tomar el liderazgo en cuanto al tema de la sustentabilidad, porque podemos y debemos.

Claro, a un asunto de gran magnitud como lo es la sustentabilidad no se le puede hacer frente de manera aislada; ni los agricultores y técnicos por sí solos, ni el gobierno y las empresas por su cuenta, porque a problemas complejos soluciones complejas. Tampoco quiero decir que en solo unos renglones les puedo comentar cuál es la solución, porque no es así, hace falta un análisis exhaustivo y en el que participe toda la cadena de producción, para apenas comenzar a entender la situación.