LAS MUJERES, PROFESIONISTAS DEL CAMPO

“Los esquemas de desarrollo de proveedores dan seguridad al productor rural”, Griselda Torres 

 


Griselda Torres mujer emprendedora rural en la región Valles es un ejemplo de los jóvenes que se desarrollan en las actividades rurales. Ella eligió una actividad que demanda mucha atención y dedicación como es la producción de berries. Gustosa comparte su experiencia como productora motivada por lo que se vive en esta región de Jalisco. Ella como mujer rural encontró una oportunidad de desenvolverse como profesionista que es, como gente de campo y para mejorar el entorno económico de su familia. 

 

“He vivido muy contenta en y del campo ya que desde niña me gustaba. Egresé en 2013 de la Universidad Chapingo  www.chapingo.mx/  como ingeniero agrónomo y aproveché mi estancia ahí para especializarme en parasitología y no dudé ningún momento de que me dedicaría a frutales y hortalizas, y por eso decidí el cultivo de las berries”, dice con mucho entusiasmo.

Originaria de Lagos de Moreno, Jalisco, México desde el 2014 vive en la zona de Tala donde le tocó observar y conocer el desarrollo del establecimiento de cultivos de berries. “Cuando llegué había 3 ó 4 campos produciendo y ahí empiezo mi trabajo como técnico en la empresa comercializadora Berries Paradise www.berriesparadise.com/es/ como asesora de inocuidad durante casi dos años, y con su apoyo y  respaldo, tomé la oportunidad de independizarme e iniciar nuestro propio campo”, dice Griselda.

 

Comenta que el primer campo que tuvo con su esposo fue hace 5 años en una sociedad con otra empresa por la conveniencia mutua de ayudarse compartiendo recursos técnicos y financieros. “Hace cinco años, en 2017, empezamos con tres hectáreas y actualmente se conservan con manejo y buena producción de frambuesa. Con mucha dedicación y esfuerzo rentamos otras dos hectáreas que la iniciamos después y aunque los dos campos están separados físicamente, si podemos atenderlos”.

 

La empresa a la que proveen la fruta, tiene la ventaja que les recibe casi todo el año, menos julio y agosto que es el tiempo donde se hace las plantaciones, así que aprovecha toda la temporada desde septiembre hasta junio para cosecha. Dice Griselda que “si queremos cosechar en septiembre, empezamos los trasplantes en mayo, a más tardar la primera semana de junio y así tenemos fruta desde septiembre hasta junio del siguiente año. Cuando son plantaciones de primer año, tenemos fruta todo el ciclo de cosecha. Cuando es planta de segundo año, tenemos dos ventanas de cosecha, septiembre, octubre, noviembre, se poda y volvemos a tener fruta en marzo, abril y mayo. Buenos meses de cosecha. Cada año es lo mismo. Poda si es primer año a  piso. Si es segundo año, es poda a media caña y luego poda a piso. Dos ciclos por año”.

 

Le preguntamos a Griselda el por qué trabajar en asociatividad con comercializadoras es tan importante: Con seguridad en sí misma, contesta que está convencida que los pequeños productores como ella, no tienen una escala para realizar negociaciones con grandes proveedores de insumos o comercializadores por lo que con este esquema se hace posible que alcancen mejores condiciones respecto a precios y seguridad comercial, añadiendo que esta experiencia la hace más responsable ya que Berries Paradise es exigente con sus productores proveedores, además de que como proveedora asociada que es, les brinda apoyo con financiamiento, asesoría y plantas que son patentadas como el caso de la “Adelita” y eso la hace más comprometida en producir frambuesa de  alta calidad. Esto va en congruencia con lo que expresa.

 

“Con estos esquemas de desarrollo de proveedores que dan seguridad y que crecen en los estados productores de berries y dado que soy de Lagos donde vive mi familia, ahí se puede incursionar en esa zona alteña para esta actividad porque son buenos proyectos; hay zonas aptas por climas, suelos y por el tema de mano de obra; allá ya están estableciéndose cultivos”. 

 

Qué piensa de las mujeres en su rol del campo, le preguntamos. Todas las actividades de campo, casi todas, las puede realizar la mujer. Es trabajo constante de ir quitando tabús. Más que nada es organización, si es trabajo físico, también mental, de organizar a la gente. En mi caso, yo llevo parte del manejo técnico y administrativo, me encargo de varias tareas, pero también me organizo para estar en mi casa, con mi esposo”, expresa Griselda Torres.

 

Griselda Torres: “Las mujeres a veces nosotras mismas nos ponemos límites, no tanto la sociedad; el mensaje que les trasmito es que continuemos; yo sigo esperando más compañeras que apoyen la parte del agro, en ganadería, acuicultura, sobretodo técnicas ya que conozco muchas ingenieras y biólogas que son capaces; hay mucho campo para asesorías. Las invito también en que incursionen en el área de las berries, crecen las oportunidades y es alentar a que en el campo se aprende todos los días”. 

Griselda, aquí acompañada de dos economistas ambientales, Lucero y Paloma Sandoval. Mujeres profesionistas pero ante todo, queriendo y respetando al campo.

 

 

Hugo Rangel. – AGRO21 Comunicación Rural