INNOVACIÓN

Drones… aliados que buscan espacio en la agricultura

 

*Representan, en el tiempo, un ahorro en los costos de producción además de que son recopiladores de tanta información como el productor lo desee

 

La entrevista de AGRO21 Comunicación Rural

 

Las innovaciones tecnológicas en el desarrollo del mundo siempre han estado presentes y ahora ha tomado mayor fuerza en el ámbito agrícola con la puesta en marcha de aplicaciones aéreas o terrestres a través de los ya famosos «drones», el vehículo no tripulado que tanta utilidad ha encontrado en el sector agropecuario.

 

Estos se han utilizado a lo largo de varios años, incluso para fines no deseables como la guerra, pero su uso depende del que le quiera dar su propietario. En la actualidad, están tomando auge tanto para el análisis de terrenos como de suelos agrícolas, de detección de plagas o de estimaciones climatológicas, entre las que se encuentra la precipitación pluvial.

 

En entrevista para AGRO21 el ingeniero Jesús Ramírez, sociólogo, investigador y especialista en tecnologías en agricultura dice: «Cuando aplicas una tecnología digital y no analógica, puedes obtener muchas cosas, desde donde lo quieras ver. Temas sicológicos, reducción de emisiones de carbonos, etcétera. El tema digital te permite tener los datos que tú desees de tu cultivo, de tu suelo o de tu parcela».

 

Agrega que el dron, es un equipo digital totalmente, pues tiene más funciones que permiten utilizar una interfaz de usuario en la cual se pueden programar rutas de vuelo, zonas determinadas para inspeccionar.

 

«El dron tiene un auge desde hace ya varios años, pero en cuestiones del sector agropecuario, apenas se va adaptando y empieza a tener ciertos beneficios», dice.

 

Ventajas. – La utilización del dron puede ser de acuerdo a la necesidad del agricultor ya que puede optar por aparatos de diferente tamaño, con cámaras, que hagan lecturas de fotografía espectral, imágenes de lectura de calor, lecturas de humedad, y hasta estrés hídrico en la parcela o la detección de plagas.

A través de la utilización de la inteligencia artificial es como se realiza el levantamiento de datos, aunque los resultados se generan una vez que éstos se interpreten en el software respectivo.

 

«Como cualquier otro sistema, la inteligencia artificial necesita alimentarse de datos, de información. Entonces, se requiere estar haciendo cada cierto tiempo vuelos. En la primera cosecha, que empieces a implementar tu tecnología, pues obviamente no te va a dar los datos que requieres, tienes que ser muy tenaz y eficiente y cada cierto tiempo estar volando tu dron para que esté calculando tu información y con el tiempo, vamos a tener una mejor área de los datos que tenemos y vamos a tener mayor eficiencia en el control, desde el tema tecnológico», afirma el Ing. Ramírez que en esta foto está acompañado de Gaby de la empresa Meosa-Pontek y compañeros de trabajo.

 

Sin embargo, para pensar en una granja de última tecnología («Smart Farm 4.0»), es necesario combinar el equipo de inspección (drones) con el equipo de análisis de datos (software). Con ellos se puede obtener el levantamiento e interpretación de los datos y saber con exactitud qué cantidad de producto se debe aplicar, en qué espacio, lo que hace más eficiente la producción y mejora su costo.

 

Señala que en el agro existen aparatos que utilizan la tecnología RTK que permite observar en tiempo real a través de la conexión con satélite. En contraste, si se conecta a un GPS tradicional, pueden generarse errores hasta de un metro, «que, en el sitio de cultivo, es significativo».

 

«Conforme se va utilizando este tipo de tecnologías, se van adaptando a otras cuestiones. Puedes empezar a ver y no solamente el dron, el RTK te sirve para ver un tema de estrés hídrico en ciertas zonas y tú, desde un sistema de riego inteligente, utilizando esta misma tecnología, puedes programar cuál zona va a regar y cuál no va a regar», señala.

 

Ventajas. – Jesús Ramírez señala que el utilizar las innovadoras tecnologías, puede darse el caso de un ahorro de hasta 90 por ciento en la utilización de agua (cuando se trata de riego). Cuando se requiera hacer una aplicación con una bomba, donde la dilusión es de 100 o 200 litros de agua, con el dron solamente se necesitarían 10 o 12 litros de agua.

 

«Desde muchos aspectos, la tecnología en general no solamente el tema del dron, te ayudan a ahorrar, y estos drones multiespectrales, cuando se conoce la lectura de dos equipos, también puedes conocer qué zonas dentro de tu mismo sistema de riego, están taponadas, están teniendo un exceso de agua… pero esto se da por el conocimiento, más que nada, de las lecturas», asegura.

 

Recomienda que, si se tiene el equipo y la posibilidad de volar todos los días, se debe hacer, ya que también trabajan bajo la tecnología «4D», te puede medir la altura de la planta de una semana a otra, la eficiencia del producto que aplicas, entre otras muchas variantes que se pueden aplicar.

 

Aspecto social. – Para que el agricultor pueda tener acceso a esta tecnología, se debe hacer un cambio de paradigma en cuanto a cómo hacer las cosas, señala Jesús Ramírez.

 

Para ello, se deben entender cuestiones sobre cómo se observa la tecnología, cómo ha cambiado la sociedad en cuanto a su actividad, puesto que la gente llega a tener miedo de la innovación tecnológica porque cree que va a llegar para quitarle su trabajo, agrega. En realidad, lo único que va a hacer es cambiar la forma de trabajar.

 

Ejemplifica con lo siguiente: «Antes había personas que se dedicaban a prender los faros que eran de petróleo y enseñaba a su hijo esa bella tarea. Cuando se descubre la electricidad y se inventan los procesos para poder tener la electricidad en otro lugar, perdieron su trabajo. Realmente sí, porque ya no eran necesarios. Sin embargo, ahorita se necesitan ingenieros eléctricos».

 

Insiste en que en el campo se está cambiando la manera de trabajar porque ya no se va a utilizar a un fumigador, sino a un especialista en aplicación con dron y debe adquirir otro cierto conocimiento, que es lo que les causa temor a ciertas personas.

 

Sin embargo, algunos productores se han convencido de entrar en este ámbito de la tecnología porque algunos de los trabajos que encargaron, se los hicieron mal pues las personas que ofrecen maquilas en este aspecto, trabajan a destajo. No hay una escuela que te enseñe a calcular el caudal de agua, cómo aplicarlo, a qué hora se evapora más… «Y estamos en ese cambio de paradigma; en ese trance entre los agricultores de mayor edad, aunque me he encontrado con la sorpresa de que las personas mayores, son las que más ven la necesidad y quieren incursionar en esta tecnología», señala.

 

El Ing. Jesús Ramírez, aquí en esta foto en visitas de campo haciendo explicaciones:  lleva más de seis años en el desarrollo de realidad virtual y desarrollo web, desarrollo e implementación de las tecnologías de drones para la agricultura.