INFOTÉCNICA: La salud del suelo

 

¿Qué es la salud del suelo?…  la salud del suelo define la calidad del suelo, es decir, es la capacidad continua del suelo para funcionar como ecosistema vital que sustente las plantas, los animales y los humanos (USDA-NTCS, 2012). 

 

Va la nota técnica de INTAGRI: Como se sabe, el suelo es un cuerpo natural de gran importancia que proporciona servicios ambientales, permite el crecimiento de las plantas, almacena agua y retiene nutrientes, además es un reservorio de organismos como bacterias, hongos, nematodos, etc. 

 

Para lograr que el suelo funcione de forma correcta, es importante el uso de prácticas de manejo encaminados a mejorar la salud del suelo y con ello lograr beneficios agronómicos y ambientales, inmediatos y en el futuro. 

 

Desde el punto de vista agrícola y ambiental, la salud del suelo está directamente relacionada con propiedades físicas, químicas y biológicas favorables que promuevan el desarrollo de las plantas y coadyuven con la calidad ambiental. 

En este sentido, este concepto lo podemos dividir en salud física del suelo, salud química del suelo y salud biológica del suelo; las cuales definiremos a continuación.

Salud física del suelo. Este concepto hace relación al equilibrio que tiene el suelo en conservar y drenar agua, así como su capacidad de no restringir el crecimiento de las raíces de los vegetales. Lo anterior está relacionado con la textura del suelo, permeabilidad, porosidad y drenaje, principalmente.

 

Salud química del suelo. Se define como la capacidad que tiene el suelo para que los nutrientes estén en equilibrio y disponibles para las plantas. Además, que la acidez y alcalinidad del suelo se encuentre en un rango óptimo para el cultivo, y que no existan problemas de salinidad o sodicidad.

Salud biológica del suelo. Un suelo sano biológicamente es aquel que presenta una gran actividad de seres vivos que lo componen, ya que en ella interactúan millones de pequeños y grandes organismos.

En el suelo podemos encontrar poblaciones de hongos, bacterias, nematodos y otros organismos. La carga de organismos del suelo está relacionada con el contenido de materia orgánica. Además, suelos con alta cantidad de microorganismos descomponen más fácil y rápido los residuos de vegetales, lo que impacta positivamente en la salud química y física del suelo.

A lo largo de los años, diferentes propiedades del suelo son alteradas como resultado del uso y manejo agrícola del suelo, donde muchas veces un mal manejo puede provocar algún tipo de degradación. Por otra parte, para que los productores satisfagan la demanda de alimentos ante el crecimiento de la población estimada para el año 2050, la producción agrícola debe aumentar en un 70 %. Entonces, ¿Cómo salvaguardar la salud del suelo y al mismo tiempo intensificar las actividades agrícolas?

Ante este desafío, los agricultores deben implementar buenas prácticas agrícolas que puedan reconstruir o salvaguardar la salud de suelo. A continuación, algunas de las muchas prácticas recomendadas por los especialistas en la salud del suelo:

 

Cultivos de cobertura. Algunas especies vegetales son recomendadas como cultivos de rotación cuando en alguna época del año no es posible establecer el cultivo tradicional debido al clima o vedas por la incidencia de alguna plaga o enfermedad. Estos cultivos protegen al suelo de la erosión causada por el viento y el agua, además algunas como las leguminosas son fijadoras del nitrógeno atmosférico.

Rotaciones de cultivos. Cambiar el cultivo de un año a otro en un campo proporcionará una variedad de sistemas de raíces y diferentes residuos de cosecha. Esta práctica puede beneficiar los niveles de materia orgánica del suelo.

Adición de enmiendas orgánicas. La aplicación de material orgánico al suelo aumentará paulatinamente el nivel de materia orgánica. Suelos con altos niveles de materia orgánica tienen mayor actividad microbiana, además se mejora la resistencia del suelo, así como la retención de agua y la aireación.

Drenaje del subsuelo. En los suelos que tienen alta capacidad de retención de agua (arcillosos), es común realizar rehabilitación mediante la instalación de un sistema de drenaje. Los suelos con buen drenaje son más saludables y menos propensos a la compactación. Además, el intercambio gaseoso es mejor (aireación) y la profundidad de enraizamiento es mayor.

Barreras rompevientos. Este tipo de barreras proporciona protección contra la erosión del suelo, principalmente la eólica. Su función es disminuir la velocidad del viento y evitar la pérdida del suelo. 

Análisis de suelo. Un suelo saludable es un suelo fértil. En este sentido, los análisis de suelo para conocer la evolución de disponibilidad de nutrientes en el suelo se deben hacer periódicamente y los programas de fertilización ajustarse según los resultados, así como los programas de aplicación de mejoradores y enmiendas orgánicas.

 

Un suelo saludable se logra mediante el uso de prácticas de manejo adecuados y que finalmente impactan en la productividad y rentabilidad del cultivo por lo que se debe tener una comprensión del estado de salud del suelo con la finalidad de conducir un plan de manejo encaminado a mejor el recurso a través de enfoques holísticos, adaptativos y basado en datos.

Este es tema que plantean innumerables agricultores y solicitado por productores rurales, por lo que se presenta esta nota técnica INTAGRI elaborada y preparada para los lectores de AGRO21.