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Producción y nutrición de agave

AGRO21 Comunicación Rural

 

El agave azul (agave tequilana), como se sabe, es la planta que se utiliza para producir el tequila, bebida conocida en todo el mundo. Su cultivo se puede nutrir adecuadamente si se toman en cuenta sus etapas de crecimiento. Paradójicamente, en este cultivo el error más frecuente es la sobre fertilización. El agave es una planta CAM, y es de lento crecimiento, no es una gran consumidora de nutrientes. 

Esta es la nota técnica e informativa se la semana, de INTAGRI para los lectores y seguidores de AGRO21.

 

LAS RAÍCES Y EL SUELO. – El agave tiene raíces absorbentes, superficiales y temporales, que son las que le permiten absorber nutrientes, pero estas solo funcionan en la época de lluvias, explorando apenas 20 cm de profundidad del suelo.  El agave es una planta muy tolerante a las sequías, pero las raíces no se desarrollan bien cuando hay inundaciones y suelen presentar problemas sanitarios. 

Se recomienda cultivar agave en suelos que cumplan con estas tres características: 

  • Suelos de textura ligera, es decir, tendencia a lo arenoso, para que tengan buen drenaje y difícilmente se inunden. 
  • Suelos de buen drenaje; además de la textura, influye una estructura adecuada y una pendiente adecuada. 
  • Profundidad de 50 cm; pues cuando hay suelos muy someros, las raíces no desarrollan adecuadamente. 

Aunque se prefieren suelos de textura ligera, se recomienda que tengan al menos un 20% de arcilla para poder tener una buena retención de humedad y adecuada capacidad de intercambio catiónico. 

En cuanto a pH lo ideal es trabajar con suelos con un rango entre 5.5 y 7.3, los suelos con pH inferior a 5.5 deben de ser manejados con cuidado ya que bajo estas condiciones es común la presencia del desorden fisiológico conocido como anillo rojo.

 

Las plantas muestran manchas de color rojizo y corchoso en todas las hojas, además hay un cambio de coloración (se torna verdosa), reducción drástica en el crecimiento, proliferación de hojas que se tornan quebradizas y la piña se hace muy dura, lo que dificulta la jima. Esto es un problema de desbalance en la planta, ya que la planta no puede mover los nutrientes adecuadamente, creándose zonas de falta de transferencia de nutrientes, esas zonas se vuelven duras. Se ha visto que si la planta se encuentra en suelo con pH inferior a 5.5 el problema persiste, pero si la planta es retirada esta mejora su aspecto.

El agave es un cultivo considerado poco susceptible a problemas nutricionales graves, pero en el caso de tener pH bajo sí pone a la planta en una condición de deficiencia y la planta crecerá dañada o bien habrá poco desarrollo, esto se verá reflejado en un mayor gasto de recursos, ya que podemos hacer aplicaciones de micronutrientes para poder corregir, pero el aporte debe ser constante.

En el caso de Zn, Cu y B se presenta el mismo desbalance, en algunos casos toxicidad en otros casos deficiencias como B, esto se puede corregir mediante una aplicación de cal en el suelo para disminuir la incidencia del anillo rojo al corregir el pH

DEFICIENCIAS DE NUTRIENTES. – El agave es buen administrador de sus reservas, tarda en mostrar los síntomas de deficiencias, se debe ser cuidadoso al examinarlos y visualizarlos en todas las hojas. Si bien la planta puede presentar daños por la condición del lugar o el manejo que se hace de ella, se deben ligar parte de los efectos visuales hacia la nutrición así como a la parte de la aplicación de químicos, ya que si se presenta envejecimiento o daños por completo en las hojas, esto en la planta de agave se torna más complicado que en algún otro cultivo porque la hojas del agave son de larga duración, ya que las cutículas son gruesas, las ceras disfrazan parte del color por lo que es fácil confundir una deficiencia, con un mal manejo o una mala aplicación de agroquímicos.