Buscando un camino hacia la sustentabilidad agrícola 

LA MUJER RURAL

 

Priscila cumple un sueño como mujer de campo en su unidad de producción de berries en Tala, Jalisco, México, donde se ha orientado hacia un esquema de producción sustentable, en busca de atender no solo a un consumidor exigente, sino también de ser sostenible y responsable con el medio ambiente.

Las tendencias de consumo cada vez se están moviendo más hacia alimentos que sean responsables con el medio ambiente desde su elaboración, y esto atañe al sector agrícola, que ha hecho numerosos avances en este asunto.


Priscila Lemus trabaja en el rancho San Pedro, donde su familia, tercera generación dedicada a la producción cañera, la ha impulsado a esta su nueva actividad como emprendedora rural, siguiendo el ejemplo de este nuevo enfoque de agricultura sustentable.

 

“Soy agrónomo del CUCBA www.cucba.udg.mx y trabajando en una empresa dedicada a la comercialización de berries, surge la inquietud de producir frambuesa, porque, aparte de la formación que tuve en la escuela, empiezas a conocer los cultivos y relacionarte con el campo. Desde que estaba estudiando me llamó la atención este cultivo noble y a la vez exigente que ha demostrado buenos rendimientos y es redituable. Con esfuerzo, tras estar 5 años de trabajo en la empresa, me pude decidir a empezar con una hectárea de frambuesa”. 

 

Como todo inicio, el trabajo en campo es difícil, Priscila sabe que la unión hace la fuerza, y pensó en su familia: “hicimos una sociedad familiar, en donde cada uno pusimos trabajo para lograr el proyecto que me propuse. Mi papá, que es productor cañero, me ayuda en lo administrativo al igual que mi mamá y así hemos estado todo este año, trabajando con mucha dedicación”.

 

En esta zona de Valles, el cultivo de berries es relativamente nuevo, destacando por los buenos rendimientos y tal como lo dice Priscila: “quien se ha animado, le ha ido bien y quienes lo han hecho, encontraron que es conveniente variarle un poco a lo que se da aquí, aunque no es fácil porque la inversión es alta, más, sin embargo, la presencia e interés de las empresas te dan seguridad para recuperar la inversión”

 

“Yo trabajo una hectárea de frambuesa convencional.  Plantamos en julio del 2020 con una densidad de 7500 plantas por ha; durante los siguientes meses, se desarrolló la planta madre e hijuelos; las plantas madres nos dan la primera floración y es la planta madre que estuvo en floración en una primera etapa y desarrolló de fruto, y el hijuelo fue la segunda generación y enseguida nuevas generaciones hasta completar el ciclo; ya desde principios de noviembre del año antepasado empezamos a cortar lo que fueron las primeras cosechas de la variedad que tenemos plantada”, añade Priscila.

 

Dice que hay gente que le gusta trabajar lo que le ha facilitado su incursión en este proyecto “Nos encontramos muchachos que son familia, que se dedican a la cosecha y por medio de ellos conseguimos más gente que los atraemos, facilitándoles el transporte de lugares de la zona como Cuisillos, por ejemplo”.

 

Mis planes: “Se me abrió una oportunidad como mujer, si, si costó trabajo, pero como la mayoría, la aceptación que he tenido ha sido buena que me ayuda en mi crecimiento y estoy segura que la mujer tiene la misma capacidad como el hombre… Y desde que inicié con el proyecto, con la Fe puesta en sacar las cosechas como la de la temporada pasada que logré un avance que para mi fue exitoso; también iniciar el camino de ir recuperando la inversión para que nos de opciones de preparar y meter una hectárea más, yendo con cuidado, pero si con el propósito de crecer”: Priscila

 

AGRO21 dice: Hay numerosos casos de éxito. Las y los agricultores innovadores, al sumarse a esquemas productivos sustentables, permitan un mayor acercamiento con el consumidor, lo que no solo resultará benéfico para sus ingresos y la productividad de su agroempresa, sino que se volverá primordial.

 

Priscila Lemus dice: “Aprendiendo día a día, disfrutando el campo. Esto te tiene que gustar, no es algo como una  fábrica, no es una máquina, aunque se vive estrés porque hay plagas, enfermedades y todo llega; también hay satisfacciones porque produce alimento para la gente, aún en años buenos y años malos, así es la agricultura; en mi primer año, se me presentaron situaciones adversas de clima que no me permitió trabajar al 100 por ciento, pero debo ir escalando la posición de ser productora eficiente y continuar con mi espíritu del cuidado del medio ambiente”. 

 

 

El cuidado y buen manejo para el corte del fruto

Priscila y Hugo Rangel de AGRO21 Comunicación Rural, en la entrevista de campo